Antes de trabajar para Facebook, Frances Haugen se especializó en gestión algorítmica de productos para Google, Pinterest y Yelp. Su experiencia entre todas estas empresas le permitió tener una clara perspectiva sobre la manera en que cada una de ellas afronta sus desafíos y dilemas morales.

En consecuencia, Haugen ha reunido miles de páginas de investigación y documentos internos para demostrar que a Facebook no le interesa controlar el impacto negativo que la plataforma produce entre muchos de sus usuarios.

La ex gerente de productos de Facebook presentó su informe en el programa 60 Minutos y posteriormente fue llamada para testificar ante una subcomisión del Senado de Estados Unidos que se mostró interesada en este tema.

Algunas de sus declaraciones más importantes fueron las siguientes:

EL ALGORITMO NO ES SUFICIENTE

Haugen asegura que la compañía oculta una investigación sobre sus deficiencias tanto a los inversores como al público en general. Según afirma, cuentan con la certeza absoluta de que tanto Facebook e Instagram son nocivas para jóvenes y adolescentes pero se niegan a reconocerlo.

Si bien la plataforma cuenta con una inteligencia artificial capaz de detectar contenido ofensivo, solo reconoce un escaso porcentaje del mismo.

Por otra parte, también asegura que la compañía cuenta con muy poco personal en relación a  su magnitud y que muchas de estas funciones se encuentran restringidas como consecuencia de la falta de empleados dedicados a desempeñarlas.

A modo de ejemplo, Haugen detalló que su equipo de trabajo solo llegaba a cumplir con un tercio de las solicitudes a responder. En consecuencia, se establece una especie de círculo vicioso en donde ningún esfuerzo resulta suficiente y, en consecuencia, la eficiencia ya no es un objetivo.

Aplicado a las normas y medidas de seguridad de la plataforma, cuanto más problemas detecten, más trabajo tendrán y menos objetivos podrían llegar a cumplir. 

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NIÑOS Y ADOLESCENTES: LOS MÁS EXPUESTOS

En cuanto a los niños y adolescentes, Haugen aseguró que el mayor inconveniente es que aquellos que sufren bullying, lo padecen durante las 24 horas del día. «Es lo último que ven antes de dormir y lo primero al levantarse».

Según Haugen, el algoritmo es incapaz de distinguir entre una publicación normal y una que genere odio y violencia ya que se basa en la repercusión de la misma. Es decir, si una publicación que incita a la violencia obtiene decenas de comentarios negativos, el algoritmo priorizará la interacción y la promoverá mostrándola a otras cuentas similares.

Además, un seguidor de cuentas que promocionen mensajes de odio, solo verá sugerencias similares en su inicio ya que de esa manera ha sido configurado el algoritmo.

Para limitar o eliminar este tipo de contenidos, la filtración debe hacerse de manera manual por parte de revisores humanos que puedan clasificarlo de manera objetiva. Sin embargo, volviendo al ítem anterior, la inversión de Facebook en este aspecto es mínima e insuficiente para responder a semejante magnitud de mensajes y publicaciones.

En consecuencia, solo el 3 al 5% de los mensajes de odio o violentos son detectados y eliminados de la plataforma.

De la misma manera, el algoritmo también resulta incapaz de controlar la desinformación que se propaga a través de la plataforma por usuarios y páginas de mucha relevancia y cuyo contenido se difunde con prioridad gracias al algoritmo.

La principal denuncia en base a toda esta información tiene que ver con la actitud pasiva adoptada por Facebook a la hora de revertir la situación y los grandes esfuerzos que la plataforma realiza para ocultarla tanto de inversores como de sus usuarios.

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LA PALABRA DE FACEBOOK

Marck Zuckerberg ha respondido a las declaraciones de Frances Haugen a través de un texto publicado en su propio perfil de Facebook.

Allí, aseguró que la red social gana dinero gracias a la publicidad y que los anunciantes no tienen intenciones de asociar su marca con contenido dañino o irritante.

No conozco a ninguna compañía de tecnología que pretenda crear productos que enojen o depriman a la gente.

En consecuencia, dice que la plataforma realiza un esfuerzo máximo para eliminar la desinformación, el odio y la violencia de las publicaciones diarias que allí se realizan.

Según Zuckerberg, Facebook invierte millones de dólares en investigar el efecto que Instagram tiene entre los niños y adolescentes y que la información que se está utilizando para criticar a la compañía proviene de esas mismas investigaciones que ellos han financiado.

Si atacamos a las organizaciones que hacen un esfuerzo para estudiar su impacto en el mundo, estamos enviando efectivamente el mensaje de que es más seguro no mirar en absoluto, en caso de que encuentres algo que podría mantenerse en tu contra

Por último, aseguró que aunque sería mucho más sencillo hacer la vista gorda a este tema, continuarán investigando porque es lo correcto.

Para Haugen, por el contrario, mientras Facebook continúe operando en la oscuridad, no tendrá que rendirles cuentas a nadie y seguirá tomando decisiones en contra del bien común y a favor de su crecimiento.

¿Quién crees que está en lo cierto en este tema?

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